¿Qué es una calificación crediticia AAA?

AAA es la calificación más alta que puede asignarse a los bonos de un emisor por alguna de las principales agencias de calificación crediticia. Los bonos con calificación AAA tienen un alto grado de solvencia crediticia, ya que sus emisores son capaces de cumplir fácilmente con sus compromisos financieros y presentan el menor riesgo de impago.

Entendiendo la Calificación de Riesgo AAA

Dado que los bonos con calificación AAA se perciben como los de menor riesgo de impago, tienden a ofrecer a los inversionistas los rendimientos más bajos entre los bonos con fechas de vencimiento similares (menor riesgo significa menor retorno). El término “impago” se refiere a cuando un emisor de bonos no cumple con sus obligaciones, es decir, no realiza los pagos de intereses semestrales o no reembolsa el monto principal en la fecha de vencimiento.

A partir de mayo de 2023, solo dos empresas mantienen la calificación AAA en su totalidad: Microsoft (MSFT) y Johnson & Johnson (JNJ).23 Apple (AAPL) tiene una calificación Aaa por parte de Moody’s y una AA+ (un escalón por debajo de AAA) por parte de S&P.4

Incluso Estados Unidos sufrió una rebaja de su calificación por parte de S&P, pasando a AA+ en 2011, perdiendo así su prestigiosa calificación AAA debido a las disputas políticas sobre el techo de la deuda.5 Moody’s y Fitch mantuvieron las calificaciones de Estados Unidos en Aaa y AAA, respectivamente.

Tipos de bonos AAA

Municipales

Los bonos municipales pueden ser emitidos como bonos de ingresos o bonos de obligación general, y cada tipo depende de diferentes fuentes de ingresos.

Por ejemplo, los bonos de ingresos se pagan con tarifas y otras fuentes específicas de generación de ingresos de los ayuntamientos y municipios, como las piscinas municipales y polideportivos.

Por otro lado, los bonos de obligación general están respaldados por la capacidad del emisor para recaudar capital mediante la imposición de impuestos. Los bonos estatales dependen de los impuestos estatales sobre la renta, mientras que los distritos escolares locales dependen de los impuestos a la propiedad.

Asegurados y no asegurados

Los emisores pueden vender bonos asegurados y no asegurados. Cada tipo de bono tiene un perfil de riesgo diferente.

Un bono asegurado significa que se ofrece un activo específico como garantía para el bono, y el acreedor tiene un derecho sobre el activo en caso de incumplimiento por parte del emisor. Los bonos asegurados pueden estar respaldados por bienes tangibles como equipos, maquinaria o bienes raíces. Las ofertas garantizadas pueden tener una calificación crediticia más alta que los bonos no asegurados emitidos por el mismo emisor.

Por el contrario, los bonos no asegurados simplemente se respaldan en la promesa de pago del emisor. Por lo tanto, la calificación crediticia de estos instrumentos depende en gran medida de las fuentes de ingresos y las perspectivas comerciales del emisor.

Beneficios de una calificación AAA

Una calificación crediticia alta reduce el costo de endeudamiento para el emisor (el interes a pagar es menor dado que el riesgo también lo es). Por lo tanto, es lógico que las empresas con altas calificaciones estén en mejores condiciones para pedir prestadas grandes sumas de dinero que instrumentos de renta fija con calificaciones crediticias inferiores. Y un bajo costo de endeudamiento brinda a las empresas una ventaja competitiva sustancial al permitirles acceder fácilmente al crédito para expanidir sus operaciones.

Por ejemplo, una empresa puede utilizar los fondos obtenidos de una nueva emisión de bonos para lanzar una nueva línea de productos, establecerse en una nueva ubicación o adquirir a un competidor. Todas estas iniciativas pueden ayudar a una empresa a aumentar su cuota de mercado y prosperar a largo plazo.

Para una empresa esto puede ser una forma muy interesante de financiar sus proyectos dado que no se ve obligada a diluir sus acciones.

¿Por qué es tan importante una calificación crediticia?

El nivel de calificación crediticia que recibe un emisor tiene implicaciones significativas en el costo de endeudamiento en el mercado abierto. Cuanto mejor sea la calificación crediticia, siendo AAA la mejor, menor será el costo de endeudamiento, y viceversa.

Tres casos sorprendentes en los que la calificación crediticia AAA no fue suficiente

La calificación crediticia AAA se considera la más alta y más segura que una empresa o entidad puede recibir por parte de las agencias de calificación crediticia. Sin embargo, ha habido casos en los que la calificación AAA no fue correcta y la empresa o entidad colapsó. Aquí hay dos ejemplos notables:

1. Enron Corporation: Enron era una empresa de energía estadounidense que alcanzó una calificación crediticia AAA antes de su colapso en 2001. En ese momento, era una de las mayores empresas de energía del mundo. Sin embargo, la compañía utilizó prácticas contables fraudulentas y escondió deudas en empresas subsidiarias, lo que llevó a una sobrevaloración de sus acciones y activos. Esto llevó a la quiebra de Enron y a un escándalo financiero masivo que resultó en la pérdida de miles de empleos y la disolución de la empresa.
2. Lehman Brothers: Lehman Brothers era uno de los bancos de inversión más grandes de Estados Unidos. Antes de su colapso en 2008, la compañía tenía una calificación crediticia AAA y se consideraba una institución financiera estable. Sin embargo, la empresa se vio gravemente afectada por la crisis financiera global y la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Lehman Brothers había invertido en activos respaldados por hipotecas subprime de alto riesgo que sufrieron una importante devaluación. A medida que la crisis se intensificó, Lehman Brothers se declaró en quiebra en septiembre de 2008, lo que provocó una crisis financiera mundial y tuvo un impacto significativo en los mercados y la economía global.

Conclusión

Las calificaciones AAA son un indicador, pero también pueden ser una herramienta para confundir al inversor. Lo ideal es que cada uno invierta en lo que conoce e investiga por sí mismo. No se debe invertir en algo por el mero hecho de que tenga una calificación AAA