El Banco Central Europeo (BCE) fue creado el 1 de junio de 1998. Fue establecido como el banco central de la Eurozona, que está compuesta por los países de la Unión Europea que adoptaron el euro como su moneda común. En el momento de su creación, el BCE reemplazó al Instituto Monetario Europeo (IME), que había sido establecido en 1994 como un paso hacia la creación del BCE.

El BCE tiene su sede en Fráncfort, Alemania, y su principal objetivo es mantener la estabilidad de precios en la Eurozona. Para lograr esto, el BCE tiene la responsabilidad de formular y ejecutar la política monetaria de la zona del euro, tomando decisiones sobre las tasas de interés y otras medidas de política monetaria.

Además, el BCE también desempeña un papel importante en la supervisión y regulación de los bancos de la Eurozona. Desde la crisis financiera de 2008, el BCE ha asumido un papel aún más activo en la supervisión bancaria a través del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que supervisa directamente a los bancos más grandes y significativos de la Eurozona.

Es importante destacar que el BCE es una institución independiente de los gobiernos de los países miembros y busca tomar decisiones basadas en el cumplimiento de su mandato y los objetivos establecidos en los tratados de la Unión Europea.